domingo, 25 de noviembre de 2007

Fragmento Ensayo: 68

Sin tiempo para escribir, pero ahí les va un fragmento d eun ensayo del semestre pasado sobre Control Social...
...Es así, como al referirnos sobre la participación de La Iglesia en el establecimiento y reestablecimiento del poder, se debe partir desde el primer hecho histórico en que la Iglesia manifestó su poder, es decir, en la Conquista de Chile. Donde los españoles intentaron intensamente establecer el Cristianismo dentro de la comunidad indígena con el único y real fin de poder controlar y así dominar el pueblo étnico, y no, como se dijo, el interés por evangelizar las tierras encontradas. Ante lo cual los pueblos aborígenes dieron una valiente y reconocida lucha para evitar la implantación de un ideal religioso propio de La Corona, y que por lo demás, era radicalmente distinto a su visión natural de lo divino.Sin embargo, tarde o temprano la comunidad española logró aminorar esta visión y consiguió generar una especie de “sincretismo religioso”, ya que, aunque si bien es cierto, los pueblos originarios adoptaron el Cristianismo, lo hicieron a su manera. Es decir, tomaron los elementos que les parecieron consecuentes o similares a los suyos y desarrollaron una especie de fusión religiosa. Pero, al fin y al cabo, esto innegablemente fue un paso determinante a la hora de ejercer, desde un plano cultural y social, el dominio español. Indicamos estos dos planos en específico, pues es en ellos donde La Iglesia puede desplegar un control mucho más significativo, al establecer, por ejemplo, la diferenciación de lo bueno y lo malo, del respeto, obediencia y lealtad que se debe al patrón, los cánones culturales referentes a lo moral e inmoral dentro de la ciudad y las conductas esperadas según la posición social; ya que recordemos que dentro de las ideas de este “disciplinamiento de la barbarie”, como lo llamó Florencia Mallón, se encontraba la generación de un ideal de pueblo en pro del progreso. Lo que conllevaba a modificar las conductas propiamente campesinas de los chilenos con el fin de convertirlas en lo que se consideraba óptimo para la vida en la ciudad.
Este rol de “controlador social”, no solamente fue característico en los períodos iniciales de nuestro país, sino por el contrario, aún en nuestros días es considerada como una institución de trascendental influencia social; haciendo la aclaración, por supuesto, de que la intensidad de su influencia ha ido considerablemente en desmedro al correr los años. Esto por diversos episodios conflictivos y lamentables en que la imagen de la Iglesia y sus clérigos se han visto envueltos. A pesar de esto, aún ostenta un considerable poder de influencia en la opinión y postura de sus feligreses a la hora de referirse a temas complicados como la homosexualidad, el aborto o, como en un caso más actual, sobre la píldora del día después. Temas frente a los cuales no solo ha expuesto su desaprobación categórica, sino que ha incidido en la ponencia de sus devotos.
Pareciera ser que La Iglesia no está dispuesta a perder privilegios, por el contrario, desea seguir ejerciendo control sobre las mentes, los cuerpos, las preferencias sexuales y religiosas que puedan manifestar las personas.
Y el Estado, aunque debería separarse claramente de la Iglesia al considerarse Estado Moderno, pareciera ser que no lo hace del todo, dando cabida al debate y confrontación con la institución religiosa a la hora de tomar ciertas decisiones que contienen gran cuota de juicio moral...

2 comentarios:

Nahuel dijo...

gracias por pasar

mañana leo con más calma

y sigamos posteandonos y opinando

salu padolka

Nahuel dijo...

Creo que es bastante concordante con lo que escribía allá al otro lado.

Y tengo la impresión de que la rebeldía contra todo esto está recién comenzando....